miércoles, 6 de marzo de 2013

Moléculas de la vida


Los seres vivos están integrados por moléculas inanimadas que se ajustan a todas las leyes físicas y químicas que rigen el comportamiento de la materia inerte. Los organismos vivos poseen unos atributos que no se encuentran en la materia inanimada como son:
Complejidad y organización: Poseen estructuras internas complejas formadas por numerosas moléculas complejas.
Cada una de las partes que componen la materia viva cumple un rol específico: Esto se cumple no sólo para las estructuras intracelulares, sino también para los compuestos químicos de la célula (lípidos, proteínas y ácidos nucléicos).
Son capaces de extraer y transformar la energía de su entorno: El ser vivo utiliza materias primas sencillas para producir o transformar energía, la cual es utilizada para edificar y mantener sus propias e intrincadas estructuras.
Posee la capacidad de duplicarse: El ser vivo posee la capacidad de reproducirse, elaborando copias exactas de si mismas, logrando así la persistencia del ser vivo en nuestro planeta. La composición química de los seres vivos es, cualitativamente, muy diferente de la del entorno físico en que viven.
La mayor parte de los componentes químicos de los organismos son compuestos orgánicos de carbono en los que el elemento se halla relativamente reducido o hidrogenado. Muchas biomoléculas orgánicas contienen también nitrógeno. Por el contrario, los elementos nitrógeno y carbono no son abundantes en la materia inerte y se encuentran en la atmósfera y en la corteza terrestre en formas inorgánicas sencillas, tales como, dióxido de carbono, nitrógeno molecular, carbonatos y nitratos.